Cuando una persona tiene diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Todavía no existe una cura para la diabetes, pero se puede reducir mucho el efecto que tiene sobre la vida si se practican hábitos de estilo de vida saludables, se toman los medicamentos según sea necesario, se obtiene información sobre el automanejo de la diabetes y no se falta a las citas con el equipo de atención médica.
La confluencia de importantes progresos en el ámbito de la Medicina Regenerativa puede deparar nuevas esperanzas para las personas con diabetes. Una de las estrategias más prometedoras para curar la diabetes es el trasplante de células beta, que detectan los niveles de glucosa en la sangre y producen insulina para reducirlos.
Los pacientes con diabetes de tipo 1 se beneficiarían porque las nuevas células beta reemplazarían a las que se han perdido debido a la enfermedad.
Los pacientes de tipo 2 podrían aumentar la capacidad de su cuerpo para producir insulina, bajando los niveles de azúcar en sangre. Otra posibilidad es la generación de células productoras de insulina a partir de células del propio paciente que podría ofrecer una solución atractiva al tratamiento de la enfermedad.
Los pacientes de tipo 2 podrían aumentar la capacidad de su cuerpo para producir insulina, bajando los niveles de azúcar en sangre. Otra posibilidad es la generación de células productoras de insulina a partir de células del propio paciente que podría ofrecer una solución atractiva al tratamiento de la enfermedad.
Otra posibilidad es la generación de células productoras de insulina a partir de células del propio paciente que podría ofrecer una solución atractiva al tratamiento de la enfermedad.
